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Hikes, tertulias y migrañas
11 de junio de 2025

Hikes, tertulias y migrañas

Se ha hecho EL HIKE. Cincuenta kilómetros, lloviendo intermitentemente, más de kilómetro y medio de desnivel (lo que equivalen a quince kilómetros extra) y en el que acabamos con dolores, cansancio y una sensación de plenitud espectacular. Valió la pena, pero a qué precio. Hoy he tenido que ir al fisio a que me diga si tengo desgarros musculares en ambos cuádriceps del dolor que tengo estando a miércoles. Pero parece que no.

El sabado se hizo el hike, del que he hablado en una entrada hoy mismo. El domingo, con las agujetas, la imposibilidad de andar mucho y la acumulación de eventos deportivos para españoles heteros decidí descansar mientras Liv se iba a luchar contra el patriarcado. Conseguí arreglar la cámara desmontándola y gracias a gente de Reddit, videos de YouTube y manuales de instrucciones antiguos escaneados. Dios bendiga internet.

Estaba viendo el partido de Alcaraz (pintaba fatal en el segundo set) cuando Liv me dijo de ir a una tertulia filosófica a la que vamos alguna vez que se organiza los domingos. Me animé porque, de verdad, pensaba que Alcaraz palmaría en cuatro sets. En fin.

La tertulia estuvo debuti. Debatimos sobre la pregunta que planteó Liv ("¿Cual es la diferencia entre humanos y animales?). Fue ordenada, interesante, muchos puntos de vista acertados, alguno que otro pasado de vueltas o muy estanco, pero en general una experiencia muy positiva. Volveremos.

Nos quedamos a las cervezas de después y conocimos a otro español turbo capitalista, una estudiante de Yale que vive en Malinas durante un mes y un chico indio que le daba recomendaciones a la estudiante de Yale. La tertulia post-tertulia fue muy interesante. Estuvimos hablando de muchas cosas (yo discutí con el español en español obviamente) pero luego nos juntamos para debatir sobre "¿Es toda acción política?". Mientras Alcaraz había remontado y España estaba empatando. Llegamos a casa para ver cómo Morata fallaba (y yo avisé a Liv para que vea que es tradición saber que Morata va a fallar un penalti).

Al día siguiente tuve la migraña de mi vida. Me desperté con dolor de cabeza y no podía ni moverme. Deambulando por la casa me asenté en el sofá a cuarentaycinco grados y me quedé durmiendo un rato. Al despertar me encontraba mejor y me fui con Liv y un amigo al cine a ver la última de Wes Anderson. Demasiado Wes Anderson, demasiado larga y aburrida a ratos. No me gustó. Una lástima. Terminamos el día en Saint Catherine tomando cerveza y hablando. Se acadó el fin de semana largo. Y al día siguiente tocaba trabajar. Puta mierda.

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Estuve andando 50km durante 12 horas en la ciudad de Spa
11 de junio de 2025

Estuve andando 50km durante 12 horas en la ciudad de Spa

Aún no entiendo al cien por cien porqué hicimos la 50K. Cuando vi el evento en Facebook sabía que iba a ser duro pero pensé que sería manejable. El año pasado en Escocia ya habíamos hecho 50km en un día y, aunque habíamos acabado en el más extremo de los dolores, fue una experiencia increíble y queríamos repetir. En Escocia los paisajes fueron en muchos momentos preciosos, y lo que echamos en falta en aquella ocasión era naturaleza. En Spa, por lo que pude otear desde la página del evento, habría mucha naturaleza.

Spa es famosa por dos cosas: sus viejas y eternas termas (por las que llamamos a un Spa, Spa) y el circuito de Spa que se encuentra más al este a unos cuantos kilómetros. Es una ciudad en decadencia y que se nota que fue famosa hace mucho. Está llena de Spas aunque tiene dos que sobresalen sobre el resto, uno cerca del casino y otro en la cima de la colina que abraza el norte de la ciudad y al que se accede por teleférico.

El plan era el siguiente: la carrera empieza a las 7 de la mañana, por lo que nos toca hacer noche. Vamos el día de antes, dormimos, andamos los 50 kilómetros y nos volvemos a Bruselas. Un plan sin fisuras.

Cuando llegamos, dejamos las cosas en el hotel, nos damos una vuelta y decidimos comer patatas y croquetas en Chez Vinc'e. Las patatas están bien pero la croqueta de queso es la mejor croqueta de Bélgica. Es impresionante. Nos llueve mientras terminamos así que nos vamos corriendo al hotel a descansar. Dormimos en La Ville des Fleurs y nos encontramos con un hotel familiar, cercano, con una cama grande y cómoda, un baño completo y una sensación de comodidad y confort que nos acompañan toda la estancia. La persona que nos atiende en la entrada nos ha mostrado donde desayunar el día siguiente y como ir al polideportivo donde empieza nuestra ruta. Una señora entrañable.

A las 5:30 nos levantamos. A rastras vamos a la panadería que nos recomendó la señora con todas nuestras cosas. El café es meh pero el pain au chocolat y los cruasanes son espectaculares. Digno desayuno. Recogemos los bártulos y andamos los 1,7km hasta el polideportivo. Al llegar cogemos el dorsal, dejamos las cosas y nos preparamos para salir. Primero salen los corredores y a continuación lo hacemos los senderistas.

Mi research sobre el tema ha sido limitado en este punto. No había visto bien el mapa, sé que hay bastante desnivel y sé que la forma del mapa es de ocho pero tampoco había prestado mucha atención. Es andar, no puede ser tan difícil. Incluso me he traído una cámara para hacer fotos.

La ruta estaba dividida en creo 6 secciones. Entre cada sección había una parada para recargar agua, comer algo y descansar durante unos minutos o mear. Los primeros dos tramos los llevamos con mucha energía y mucho ánimo pero a partir del kilómetro 20 la cosa se pone compleja. Entre el kilómetro 20 y 30 la cosa se pone difícil. Mi cámara se rompe y un señor de un grupo que no para de pasarnos y luego pararse para que les pasemos nos toca las narices invadiendo nuestro espacio vital y entablamos un beef con ellos. También ha estado lloviendo intermitentemente aunque en estos kilómetros ha perdonado bastante.

La parada del kilómetro 30 la hacemos mientras hablamos de White Lotus. Las rutas de senderismo me gustan porque es una mezcla de meditaciones, hablar o debatir sobre cualquier cosa y contemplación a la naturaleza que nos rodea. Es una excusa perfecta para reconciliarse con la naturaleza y es buenísimo para la salud mental de cualquiera. En esta parada ya empezamos a reconocer a unas 10 personas con las que compartimos ritmo. Al fin y al cabo, nadie va especialmente rápido andando y con las paradas todos acabamos encontrándonos. Algunas personas se les nota cansadas. Nosotros también. 

Para entonces ya me he descargado el mapa y puedo ver que en el km 34-35 tenemos una subida bastante importante y preparo a Liv para ello. Cuando empezamos a subir, nos damos cuenta que el sonido de los bastones que llevan algunos nos molesta más que nada. El grupo con el que tenemos beef nos pasa y dejamos que más personas nos pasen. Buscamos urgentemente espacio entre los grupos para tener algo de paz mental. Empieza a llover. Mucho. La subida se complica con el barro para muchos y cuando caer un chaparrón significante y muchos se refugian nosotros seguimos porque mentalmente no podemos parar. El grupo con el que tenemos beef está parado de nuevo y les pasamos.

Cuando llegamos a la cima hay una parada en un refugio. En nuestra cabeza esta era la cuarta y última palabra. Consumimos mucha agua, comida, ositos de gominola y vamos al baño. Tenemos que aprovechar porque quedan 15km aun aunque ya hemos pasado lo peor. La lluvia amaina un poco y decidimos continuar después de la parada más larga con diferencia.

Este tramo es espectacular. Es un descenso de unos 3km bordeando un riachuelo mientras la lluvia cae y deja caer. Los colores beige, marrones, verdes y amarillos se entrelazan al borde del río. La humedad y la lluvia hacen que el descenso sea algo complejo pero quizás el cansancio también es un factor a tener en cuenta. Tenemos la suerte además de realizar el descenso totalmente a sola. Bajamos en silencio, como una procesión en honor a la naturaleza. Cuando llegamos al final hago una foto de la señal de la ruta para tenerla guardada. Volveremos.

Los siguientes kilómetros bordeamos un aeródromo cerca de Spa mientras nos damos cuenta de que el dolor y el cansancio han subido de intensidad muchísimo durante el descenso. Estamos doloridos. Las fuerzas escasean. Aun quedan 6km. Seguimos andando y dejamos la naturaleza para llegar al típico paisaje belga: caminos asfaltados a través de casas de campo.

Continuamos y acabamos en un camping de caravanas y bungalows en el que, por sorpresa, tenemos una última parada. Estamos tan cansados y el dolor se agudiza por momentos por lo que decidimos no parar más de dos minutos y continuar hasta el final. Dejamos el camping atrás y tenemos que subir una última colina. En ese momento las fuerzas vuelven y empezamos a pasar a gente. Tenemos unas última bala y la vamos a usar.

Cuando hemos pasado a unas 8 personas nos damos cuenta de que queda el último descenso hasta literalmente escasos cuatrocientos de metros de la meta. Este descenso es, de largo, el más complejo de toda la ruta. El desnivel es grande, el barro es abundante y las fuerzas vuelven a flaquear. Por momentos pienso que las rodillas me vencen y debo ir con mucho cuidado agarrándome a los árboles. Con cuidado, paso a paso, llegamos abajo y podemos volver a poner pies en polvorosa hasta el final.

El señor con el que tenemos beef nos pasa por última vez. Le dejamos pasar. Nosotros seguimos a lo nuestro. Mentalmente estamos cantando para ahuyentar el dolor. Bordeamos un lago, enfilamos los últimos metros y, de nuevo, encontramos al señor con el que tenemos beef parado, esperando a los suyos. Le pasamos por última vez. Enfilamos los últimos metros. Unas curvas, un último salto, cruzamos la meta.

Al final de la carrera hay una última parada con más sandwiches, bizcochos, agua, cocacola y demás. Primero vamos a cambiarnos y ponernos ropa seca. Luego comemos todo lo que podemos y, por último, nos hacemos una foto en la meta. Hemos estado casi doce horas andando casi sin parar y estamos agotados, con dolor, sucios pero muy satisfechos. Han sido cincuenta kilómetros muy sufridos pero muy bonitos. Hemos tenido momentos geniales y momentos extremos, pero hemos terminado.

Antes de dejar Spa, pasamos por la fritería a comer patatas fritas y las deliciosas croquetas de queso. Ahí, mientras a penas podemos hablar por el hambre, el cansancio y las ganas de volver a casa a pegarnos una ducha y sentirnos personas de nuevo nos damos cuenta de la hazaña y, porqué no, hacemos una tímida promesa de volver a Spa, tanto a andar como a descubrir algo más.

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La dispersión de las aficiones múltiples
10 de septiembre de 2024

La dispersión de las aficiones múltiples

Soy una persona compleja. Tengo tantas aficiones activas y abandonadas que no puedo enumerarlas. He probado a hacer de todo: ciclismo, fútbol sala, tocar la guitarra, edición de fotos, jugador de FIFA profesional, cinéfilo, crítico musical, foodie, juerguista a tiempo parcial… muchas aficiones.

Con el tiempo, muchas han quedado solo como un trial and error, como cuando intenté aprender a desarrollar juegos, o básicamente cualquier proyecto secundario. No creo que haya sido tiempo perdido: pruebo, no me termina, lo mando a la mierda y he aprendido algo nuevo. Podría entender que todo lo que pruebo y abandono es tiempo perdido, pero prefiero relativizar ese sentimiento y entender que, en lugar de perder el tiempo, lo he invertido en descubrirlo y determinar si es para mi o no. Así, con el tiempo, he descubierto aficiones que practico regularmente, de forma esporádica o de manera muy casual.

Tenis por ejemplo es algo que hago regularmente, al igual que CrossFit. Hacer deporte se mantiene bien alto en las cosas que me gusta hacer de manera muy recurrente, semanalmente, y que forman parte de mi rutina y mi manera de pasar el tiempo. Ver series, películas o videojuegos serían también aficiones regulares si tengo el setup adecuado.

Fotografía analógica, por ejemplo, es algo que colocaría en algo más esporádico pero regular. Llevar la cámara a cuestas e invertir tiempo en hacer fotos y editar es algo que disfruto pero no vivo para ello. Salir de fiesta, ir a clubs y demás también es algo que hago de manera esporádica pero cada cierto tiempo.

Finalmente, de manera muy casual estaría hiking, proyectos DIY y trastear con cacharros. Es algo que de vez en cuando me gusta hacer pero que ni siquiera me acuerdo que me gusta hacer. También hacer puzzles, pintar, escuchar vinilos, programar por afición, ir de compras…

Es en este último apartado donde se encuentran todas las aficiones olvidadas o probadas, que nos gustaron pero que no continuamos por falta de tiempo o porque simplemente no tenemos el tiempo después de los previos escalones. Si encontramos tiempo muerto podremos dedicarlo pero sino, iremos a una afición más establecida en nuestro menú de aficiones.

¿Es malo tener tantas aficiones en tiempo muerto o abandonadas parcial o totalmente? antes entendía que si: “ay dios, otra afición muerta en el cajón” pero con el tiempo no creo que esté mal probar de todo. Ojalá hubiera podido probar más deportes, más hobbies o más trabajos manuales para encontrar aquello que me llena ahora como la fotografía o el CrossFit, pero no pudo ser antes. Gracias a probar 30 cosas antes llegue a aquello que me llenaba tarde o temprano. A veces, abandonar aficiones no está mal, somos mucho más complejos de lo que creemos y la vida a menudo no se llena con solo una afición.

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El hiking es una personalidad y podría ser la mía
18 de mayo de 2023

El hiking es una personalidad y podría ser la mía

Justo cuando pasó lo peor de la pandemia, allá por septiembre 2021, me gasté 140€ en unas botas Salomon que compré para salir de excursión con Kalte, amigos y lo que sea, también para llevármelas de viaje y usarlas en festivales. Por supuesto, las usé lo antes posible, salimos de excursión a las pocas semanas y volvieron a quedar aparcadas para ser usadas una vez más a los pocos meses. Desde entonces quedaron aparcadas y con la mudanza mi prima nos prometió emociones fuertes en esta parte de europa, por lo que se ha estado trabajando el hiking de una manera más o menos intensa, quizás no todo lo que nuestro cuerpo y tiempo nos permite, pero si lo suficiente para usarlas una vez cada dos semanas.

En cualquier caso, he descubierto que el hiking no es solo bueno para amortizar la inversión en unas botas Salomon. Se hace deporte, se desconecta de la ciudad y se ven parajes espectaculares además de hacer unas fotos bastante locas. Para mi 30 cumpleaños, Kalte me ha regalado un curso para aprender a revelar en blanco y negro así que se viene turra fotográfica. En cualquier caso, estamos cerca del bosque (bosque bosque) y en 15-20 min en tren puedes plantarte en medio de la naturaleza, donde ponerte a andar casi sin pensarlo y hacerte unos 20-30km en un día.

Rodeado de naturaleza, lagos, ríos, campos de trigo, paisajes preciosos... es una buena experiencia. No tienes que estar todo el día por ahí, puedes simplemente acercarte a La Cambre, el parque que da inicio al bosque al sur de Bruselas, y ponerte a andar un par de horas hasta que te canses o encuentres un kiosko o una brasería donde tomarte una cerveza, un café o lo que te apetezca. Lo bueno de Bélgica es que está bien comunicada por tren, por lo que no tienes que tener un coche para salir de la ciudad como nos pasaba en Valencia. Allí el hiking es distinto: es más montañoso, está lejos de la ciudad y solo se puede hacer en otoño o invierno por el calor.

Bruselas está muy bien adaptada al hiking. Creo que hay chistes con lo que les gusta a los alemanes salir un día libre a hacer un hike de 22Km y lo entiendo. Es que creo que me estoy convirtiendo en centro-europeo porque se le coge gusto rápido. Como alguien que disfruta de la nada, de estar perdido (en ocasiones no saber donde se está en el mundo) y de la naturaleza sin que el calor veraniego te empape de un sudor pegajoso que no te deja respirar, está siendo una confirmación de lo que ya sabía: el hiking es lo mío y voy a amortizar las botas Solomon seguro.

Las notas graciosas de los hikes que hemos hecho: la geografía de Bélgica. Como salir de la ciudad convierte el paisaje en una interminable urbanización donde no hay casas de más de dos alturas, hay asesorías en chalés y gente con mucho, mucho dinero. Es increíble. También ver como aquí lo normal es vivir en pedanías o en lugares que solo había visto en las películas alemanas de la tarde de la 1. Debe ser algo de los centro-europeos. También que si te pierdes lo pagas: un hike de 22km fueron 30km. O que los días libres son días libres para todos. O que a veces hay que dar rodeos porque el viento ha tirado árboles en tu ruta. En fin: experiencias.

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¿La de descansar te la sabes?
5 de mayo de 2023

¿La de descansar te la sabes?

Llevamos unas semanas de no parar. Hemos estado haciendo muchas cosas, conociendo gente, atendiendo charlas viendo qué onda con la casa, arreglando movidas y, bueno, viviendo un poco la slow life habitual. Fines de semana tranquilos y muchas cosas que hacer en una ciudad nueva. Me encantan los hikes, no lo voy a negar. Suficiente para apuntarme al medio maratón andando con mi prima emulando el sketch de Pantomima Full pero mucho más sudado.

Una de las cosas que me pasa con todo es que no puedo dejar de hacer cosas y ya no sé descansar o estar sin hacer nada, ya no por un tema de capitalismo sino por un terror atroz al vacío perpetuo de la muerte que hace que quiera seguir haciendo cosas sin parar como pizzas caseras sin gluten, ir al ballet o probar bumble para hacer amigos.

Si, como lo oyes, nos dejamos caer por el Forest para ir a ver el ballet del lago de los cisnes. Al principio creíamos que era un polideportivo (terminó confirmándose que era algo así como una cancha de baloncesto) pero era con orquesta en directo y con varias decenas de bailarines por lo que fue una experiencia interesante. El ballet es icónico y era la primera vez que iba así que todo salió guay. Ese día arreglamos la terraza para que nuestros gatos puedan salir sin escaparse pero no lo hicimos bien y casi se nos escoña un gato. Tendremos que mejorar.

En otro orden de cosas, desde principios de abril ya puedo facturar y trabajar por mi cuenta en Bruselas pero aun estoy esperando que me den mi maldito DNI. Estoy escribiendo una entrada diferente explicando las mil movidas por las que ha pasado nuestro pequeño estudio, pero Dunkelheit & Draper BV es una realidad y tuvimos que celebrarlo por todo lo alto.

Como nos gustan las experiencias gastronómicas diferentes (en realidad no) reservamos con varias semanas de distancia en Old Boy, uno de los mejores restaurantes asiáticos de Bruselas. Por la noche tiene un menú degustación por 50€ pp bebida aparte que nos encantó. Son 5 platos y postre, originales y con los que pruebas tanto baos, croquetas, noodles o gyozas, todo con un toque personal, una fusión de estilos y un picante bastante heavy que nos encantó, la verdad. Recomendable, tienen también Lil Boy en el que hacen reparto.

También se ha trabajado el museo del diseño. Bastante guapa colección de muebles hechos con plástico, lo que se conoce como plasticoteca con una colección de Kartell bastante tocha. Está al lado del atomium así que volvimos por aquellos lares realmente. También hemos estado dándole duro al crossfit. Muy duro. De hecho, tenemos ya la cuota ilimitada por lo que en principio deberíamos estar yendo casi todos los días pero cuesta bastante. Obviamente hicimos un pedido a MyProtein para comprar dopaje, sobretodo el bote de 1Kg de mantequilla de cacahuete.

En el orden natural de las cosas, el otro día hicimos un hike de 27Km que también quiero plasmar en otra entrada, probamos a hacer una pizza casera sin gluten que salió bastante bien a pesar de no tener rodillo y esta semana me apunté a ver una serie de cortos suecos en el Brussels Short Film Festival que también merecen su propia entrada. Hemos estado visitando vintages, si, de muebles, el maldito Troc y ahora no sabemos si seguir comprando en IKEA, pero probablemente lo sigamos haciendo porque para traer esos muebles hay que llamar a un elevador externo.

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