Ojalá encontrara una forma de divertirme sin consumir absolutamente. Lo estoy intentando, pero salvo hacer hikes -como el que hicimos el otro día 1-, dar paseos o ir a la biblioteca no hay muchos planes. Ir al parque y leer libros que ya tenemos en casa. Hacerse un petate e irte con la bici. Escribir en algún rincón de la ciudad si no llueve.
Salir de casa es abrir una puerta a tener que consumir para poder disfrutar del ocio y cada día es más complicado. Un día en el que no hay ningún cargo en mi tarjeta es un día que puedo respirar y saborear ese hack al sistema. Pero muchas veces no funciona. Muchas veces tengo que tragarme mis palabras y comprar algo.
Todos los proyectos DIY necesitan de inversión. La fotografía es un pozo sin fondo de dinero. La música también. El tenis, conocer gente, incluso el hiking necesita que cojamos el tren o cualquier otro medio de transporte.
Es complicado. Pero no pierdo la esperanza.
Si quitamos de la ecuación el transporte y la comida que podemos preparar en casa, hikes, picnics, quedar con amigos en una noche de juegos de mesa y derivados son planes anticonsumistas. Pero no puedo pensar en muchos más, de momento.
Seguiremos informando.