El título podría ser el resumen de este mes. Hemos ido 3 veces a comer patatas fritas a Maison Antoine y han sido pocas porque lo hemos intentado una o dos veces más, hemos abrazado el despertarnos pronto y acostarnos antes de las 23 pero no todo ha sido adaptación y buena vibra. Ha habido cosas que nos han hecho BAM! en la cara y que no nos esperábamos.
No sé qué demonios pasa en este país pero todo tiene un grupo de Facebook al lado, ocurre en un chat de Messenger o se comparte con Facebook. ¿Quieres vender algo? Facebook, ¿Quieres contactar con alguien? Facebook, ¿Quieres ver el planning del Gym? Amiga, descárgate Facebook. Nosotros, que iPhone nos había desinstalado la app por desuso hemos tenido que volver a instalarla para estar conectados al mundo. Mark tiene que tener muchas inversiones puestas en cervecerías belgas porque sino no lo entiendo.
That's a lie. Si, la gente que trabaje en organismos europeos, gente joven y trabajadores de cara al público en zonas turísticas lo manejen, pero digamos que un 60-70% de personas no habla nada de inglés. Al final entre chapurrear algo de francés y gesticulando uno se comunica, pero si te pasa como a nosotros y vienen a arreglar la caldera o a poner internet, siempre necesitáis a alguien al lado o a Google translate para evitar dejaros sin calefacción o con la fibra a medio poner.
No avisaron de que no veríamos el sol, que estaríamos bajos de vitamina D (más) y que rezaríamos para tener unos días buenos. Demasiado catastrofistas, no sé si es que nos lo pintaron demasiado mal que las expectativas no se podían cumplir o simplemente es que el clima está okay. Ni bien ni mal, okay. No hace mucho frío, las casas están bien protegidas y tienen calefacción y hay días que llueve y días que sale el sol. Hemos tenido más lluvias que en Valencia (no es muy difícil) pero también hemos tenido que cambiar de habitación porque el sol no nos dejaba trabajar en el salón. Not bad.
"¿De verdad que os sale bien? allí es todo mucho más caro". A ver, es más caro, obviamente sobretodo los cafés con leche, los yogures y la charcutería. Todo lo demás digamos que un 5-10% más caro depende de donde compres. No hemos notado demasiada diferencia en la cesta de la compra y el precio medio por restaurante no se va demasiado de precio con Valencia. De media se irán otro 5-10%. Pero es asumible.
¿Me había acostumbrado a tener 1gb/s simétrico? Sí. ¿A pagar por eso y un móvil 45€? También. ¿Esperaba eso mismo aquí? No. Pero por ello no deja de sorprenderme que en la capital de europa no haya fibra en toda la ciudad y seamos unos privilegiados porque vivimos en una de las pocas zonas que sí tienen. Aun así, la velocidad fluctúa muchísimo y estamos pagando el doble. Encima nos pusieron TV belga que no queríamos y que tendremos que devolver. En fin. C'est la vie. La mayoría de Bruselas se mueve con velocidades ADSL y paga un precio mucho más caro que en España. No entiendo muy bien porque pero es una de las cosas que voy a echar más de menos de vivir en Valencia. Problemas del primer mundo, también te digo.