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Gracias por todo, Chuck.
24 de junio de 2025

Gracias por todo, Chuck.

Se hizo la risotada. Se comieron frites. Se jugó al tenis. Se fue de despedida. Se fue de cumpleaños a Leuven. Se jugó a tenis otra vez. Se fue al cine. Se disfrutó con "The life of Chuck".

Un fin de semana de esos de estar en todos sitios. El viernes vimos a Pantomima Full, en Bruselas, en directo. Encima, super cerca, apenas en la cuarta fila. Y nos gustó y nos prometimos que volveríamos a reir con ellos. Muchos bloques, muchos muy buenos. Me quedo con el sketch pregrabado de "kinder bueno" y el podcast para divorciers. Aunque en general fue una pasada. La próxima cita con la diosa shiva de la comedia es el cuatro de julio con Taylor Tomlinson. Después de la cita con Pantomima Full, unas frites en Frit Flagey, las mejores frites de Bruselas, y un paseo hasta casa.

El sábado fue intenso. A las 10:30 estaba en las pistas de tenis de Anderlecht para jugar el segundo torneo de la temporada. Quería seguir manteniendo una racha del 50%, por lo que me obligo al menos a ganar el primer partido de todos los campeonatos que juego. Y la primera ronda fue: dura. Tanto por el chaval que me tocó como por el calor asfixiante del sábado. Pero se ganó. Después de una ducha rápida y un descanso aun más rápido nos fuimos a Parc Royale o Parc de Bruselas a pasar la tarde leyendo, haciendo fotos y demás. El tiempo acompañaba y estábamos cerca de nuestro siguiente destino.

Una fiesta de despedida. La gente de Royale, la casa donde viví año y medio y Liv dos años, es cada vez menos nuestra casa. La gente que conocemos se ha mudado muy rápido y los pocos que quedan se irán este verano o próximamente. Es triste. Pero nos dio la excusa para ver a algunos de ellos además de despedir a personas que dejan Bruselas de manera definitiva. La eterna historia de esta ciudad. Nadie está más de seis meses. Es una ciudad de paso, un punto de inflexión en tu carrera, un bache en tu vida o una aventura muy poco planificada. Pero muy pocas veces se convierte en tu hogar. Hay mucha literatura al respecto, pero es así.

En cualquier caso, después de cenar nos fuimos a Leuven. Teníamos un cunmpleaños al que acudir. Se dieron regalos, se bebió cerveza, se rio mucho, se contaron más chistes y cuando ya el cansancio se hizo de notar (yo llevaba un partido de tenis encima) se cogió el coche alquilado de vuelta y nos fuimos a dormir. Un sábado movido. Como el domingo.

Me desperté para descansar. He de decir. No hice nada hasta las dos y media cuando tuve que prepararme para jugar la segunda ronda del campeonato de Anderlecht. A las cuatro de la tarde empecé el partido y después de muchas dudas en el primer set y mucha comodidad en el segundo me aseguré seguir vivo hasta el miércoles.

Ducha en casa, cogí la cámara de nuevo porque aun quedaban unas exposiciones libres y me fui a dar una vuelta. Había quedado con Liv en el cine a las 9 así que me dediqué a tirar las fotos que quedaban, comprar comida para llevar y pasear hasta el cince Aventure. Hace un par de semanas decidí sacarme la tarjeta CineVille que me permite ver películas en varios cines independientes de Bruselas. Recomendadísima esta tarjeta. Casi tanto como "Life of chuck".

Una película preciosa. La disfruté muchísimo, me hizo rozar la lágrima en muchos momentos y era el tipo de película que necesitaba. Nada grandilocuente, nada pretenciosa, tan solo una película que se deja ver, tiene un mensaje sencillo y potente y es de esas películas que me las podría ver cada navidad. Voy al cine por películas como esta.

Un fin de semana intenso. El siguiente será de descanso. En cualquier caso: "Gracias por todo Chuck, por 39 maravillosos años".

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Fiestas, raquetas, brocantes y protestas
16 de junio de 2025

Fiestas, raquetas, brocantes y protestas

No creo que haya lucha más justa que la lucha palestina. No conozco a nadie con humanidad que defienda a Israel. Ni siquiera a mi amigos Shafik, Israelí. Creo que es una lucha justa, necesaria y digna. Y, pase lo que pase con Gaza, el West Bank y, en general, con la causa palestina, nunca dejaré de estar a su lado. Cualquier concesión a Israel es una concesión al mal más perverso e inhumano. Y, ahora, hablemos del fin de semana.

Llevaba tiempo sin salir de fiesta y este fin de semana lo hice dos veces. El viernes fuimos a casa de mi amigo Ajay, daba una fiesta de esas de las que se ponen a cantar canciones y montan básicamente una Jam session. Estuvo guay, el ambiente era un poco... no era lo nuestro. Por lo que a las 2 estabamos en la cama recogidos. No fue nuestra noche, pero nos lo pasamos bien igual.

El sábado por la mañana se descansó. Liv se levantó regular, un catarro de esos, y yo me levanté con energía pero con una tarea: comprarme, después de un año planeándolo, dos raquetas nuevas. Con la de ansiedad que me provoca hacer estas cosas, me armé de valor, fui a la tienda en bus (estaba lejísimos) y compré las raquetas. Para llegar tuve que esperar casi treinta minutos para cuadrar los buses y demás. Para volver otros tantos. Pero para comprar dos raquetas nuevas tardé unos 3 minutos. Y dio tiempo para crearme una ficha de cliente.

Por la tarde teníamos open air en Congress, muy cerca de donde vivíamos. Liv se retiró por precaución. Yo me lancé a la piscina con compañeros de Royale y Juliette, una amiga que conocí en el primer año de neerlandés. Tras una cola de cuarenta minutos para entrar en los que se bebió, se fumó y se meó, entramos y se nos hizo de día. Uno de los open air más guapos e interesantes en los que he estado. La energía era espectacular, los DJs estaban poniendo temazos y Miss Kittin estaba haciendo un B2B con un pavo que no conocía pero con el que se pasaban el micro para poner vocales en directo. Un live o semi live o lo que sea tremebundo. Se pasó de locos, mis dieces a la organización, los numerosos baños y a todo el mundo. Que bueno, joder.

Después del buen rato (la cosa acabó a eso de las 10) nos fuimos a cenar a Royale donde cenamos Keufté para reponenernos aunque yo me fui a dormir directamente. Al dia siguiente tenía una cita con la fotografía analógica.

El gear que se mostró el domingo en la Brocante de Mori Film Lab fue guapa. Llegé poco más allá de las 11, tan solo una hora después de que abrieran y ya sabía por los stories de Instagram que la gente estaba a tope. Se llevaron las dos cámaras que había visto en los sneak peak días antes así que me lancé a por las ópticas y las rarezas. Compré dos Polaroid Land Cameras (la 103 y la EE44) que sé que no voy a usar en mi vida (son carretes peel off y ya casi no se producen y los que se producen cuestan 100€ las 8 exposiciones), dos ópticas 50mm M42, una point and shoot Mondicolor AF, una funda, un disparador y un tanque para un carrete. Buena compra.

De la brocante me fui corriendo hasta Royale porque esa tarde nos uníamos a una protesa pro-palestina. Hice muchas fotos (obviamente) que hoy mismo he revelado pero que, lamentablemente, aun no puedo enseñar o hacer nada porque no tengo los medios para ello. En otro momento. Y si quieres saber como me siento sobre este conflicto, vuelve a leer el primer párrafo.

Ah, después de la protesta hicimos Yoga en casa de Pablo. Pablo te quiero.

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