Todo iba bien. No demasiado bien, pero bien. Dos días completos en Creta y estaba acumulando un montón de cosas para hacer. Por eso, cuando me levanté esta mañana y vi que al andar mi tobillo hacía crack cada pocos pasos y me dolía más que la noche anterior, me preocupé.

Mi tobillo hace mucho ruido, de siempre. Yo lo he asociado siempre a ese líquido que engrasa las articulaciones, no a un problema de cavitación o artrosis. Pero ayer, cuando volvía de mi clase de tenis, entiendo que por cansancio o porque soy un puto torpe, me doblé el tobillo bajando unas escaleras que daban a la playa, lo suficiente para que perdiera el equilibrio y me tuviera que apoyar en un muro de piedra.

No me dolía en el momento, pero por un segundo, la sensación de que había algo mal estaba ahí. Me duché y después de enfriarme empecé a sentir ese dolor. Al dia siguiente, como un imbécil esperaba que el dolor hubiera desparecido pero, para mi suerte, seguía ahí. Después de una consulta rápida con mi hermana (la mejor médico no médico) visité a la médico del hotel y la respuesta era clara: no hay nada roto pero es mejor prevenir.

Tenis cancelado. Me he hecho 2500km para venir a descansar y jugar a tenis y me acababa de quedar sin lo segundo. Tampoco puedo hacer hikes o excursiones muy largas si el tobillo no mejora, y al cierre de la edición de hoy no ha mejorado. Entonces me pregunté "¿Y ahora que hago?" y la respuesta, mientras descansaba en la playa por orden de la doctora apareció delante de mi: snorkel.

Así, fui al mini market que hay en el resort (sin antes tener un brevísimo ataque de pánico) para comprar gafas, tubo y aletas. Volví a mi habitación, descansé y acto seguido tuve que hacer lo que llevaba 3 años sin hacer: me afeité por completo la barba.

Para el que no lo sepa, las gafas de buceo crean un espacio estanco en tu cara gracias a la goma que tienen pero si la goma no está completamente unida a la piel, el efecto no funciona y acaba entrando agua dentro, por ello las barbas no pueden ponerse gafas de buceo que cubran todo, porque los pelos impiden que haya un contacto correcto.

Así que, durante unas semanas, me he quedado sin tobillo y sin barba.