Últimamente mi yo amante de todo lo retro y antiguo está pegando fuerte, muy fuerte, demasiado y tengo que controlarme para dejar de comprar vinilos, reproductores de música antiguos. En cualquier caso, echo de menos mi iPod y no se si es porque cuando dejó de funcionar tenía cerca de 40GB de música y me gustaba el sonido de 'click' o simplemente, yo que sé, echo todo lo que le rodeaba: tener 20 años, que las resacas no durasen 3 días o no estar preocupado por si puedes aplazar la trimestral de hacienda.

También me he dado cuenta de que llevo un par de semanas haciendo updates semanales, y me va gustando el update semanal porque me ayuda a concentrar todo lo que he hecho en unos párrafos y no parece que sea una semana perdida. Esta pasada no lo ha sido y no esta que entra parece que vaya a serlo.

La semana pasada empezamos yendo a una charla de Ai Weiwei. También tuvimos la oportunidad de conocerle un poco mejor, algo así como un coloquio terriblemente dirigido (porque había 0 feeling entre el entrevistador y Ai Weiwei) pero fue interesante escuchar porqué se dedica a hacer documentales o porqué tiene 0 interés en enseñar su trabajo a la gente.

El documental que vimos: una movida. Iba sobre un campo de refugiados del pueblo Rohyngia y la verdad que fue jodido de ver, no porque fuera un contenido gráfico o demasiado dramático sino porque era un documental de 2h sin voz en off, sin subtítulos y sin casi banda sonora. Es complicado, más cercano a documentar de manera cruda y sencilla o al poema visual que un documental al uso. Se preguntaba porqué no lo aceptaban en festivales de documentales y bueno, es discutible el porqué, pero se explica fácilmente.

El mensaje o contenido del documental era también difícil, Ai Weiwei no quiere meterse en realizar juicios de valor, ni dar voz a los sin voz ni nada que no fuera mostrar la realidad del campo de refugiados aunque en ocasiones si que parecía hacer contraposiciones en, por ejemplo, cómo de asimilado está el dolor físico de un ser humano versus el dolor visceral de un animal para descolocar al espectador. Me imagino que diciendo "No te gusta que mueran vacas, pero llevas hora y pico viendo niños malviviendo y no has dicho nada". También creo que intenta desmontar de manera sutil la romantización que existe alrededor de la vida en el tercer mundo. Empezando con momentos muy entrañables y acabando con casi retratos de una vida al borde del sumidero. Triste y pesimista. A pesar de los momentos felices que pueda haber, sigue siendo un campo de refugiados.

Siguiendo con historias que no acaban bien, el sábado fuimos a un evento hosteado por VinoKilo Vintage, una empresa de retailing de segunda mano, ropa al kilo, vamos. A pesar de la lluvia y de tener que coger dos trams y andar un rato, acudimos antes del mediodía para probar. Yo buscaba unos pantalones, unos vaqueros, pero era imposible. No estoy acostumbrado y tener un cuerpo no heteronormativo hace que sea imposible encontrar una talla adecuada. Al final me llevé varias camisas a buen precio y un suéter bastante top y al final me llevé más de lo que debía. Me controlé, pero no lo suficiente. En cualquier caso, es todo monísimo.

Otra cosa que hicimos el sábado después de ir al evento de Vinokilo fue descansar mucho porque por la noche nos íbamos de fiesta por primera vez desde que estamos en Bruselas. Este fin de semana era el Listen Festival, un festival de música electrónica en el que en varios clubs y sitios de la ciudad traían a gente bastante guay. Estaba todo bastante agotado, pero encontramos entradas para ir a C12, un club en la zona de Bruxelles Midi y la verdad que bastante guapo. Fuimos muy pronto (poco después de que abrieran las puertas) y aguantamos unas 3h. No estamos acostumbrados, pero nos lo pasamos genial. Vimos a Catalina, Shlagga y no llegamos a Objekt, pero fue refrescante volver a salir de noche y volver a escuchar techno en directo. Para la próxima pillamos tapones. Ya estamos planeando cuando ir a Fuse.

Y este fin de semana, y muy de rebote, volvimos a desempolvar Disco Elysium. Después de dejarlo hace meses tras caerme del sofá de la risa, empezamos una nueva partida y lo estamos roleando más serios. Qué decir que en unos días le hemos hecho unas 12h. De momento solo llevamos 1 día, estamos en los primeros compases pero la atmósfera es espectacular, la historia es asfixiante, tétrica, esotérica y deprimente. Una revolución que no funciona, una amnesia que nos deja al borde del abismo y unos personajes bastante anárquicos. Mucho más de lo que me esperaba. Seguiremos roleando.

Y bueno, se vienen cositas: es posible que Javi y yo saquemos un podcast un día de estos, si dejamos de embarrar, y me ha llegado el último carrete revelado de Mori Film Lab y estoy llorando porque los sellos de luz de la Fujica están pasados y tendré que arreglarlos. Mañana firmo la constitución de Dunkelheit & Draper BV y lo comentaré por aquí. En cualquier caso, hemos sacado una newsletter de la que hablamos en nuestro Instagram.