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Hikes, tertulias y migrañas

Carlos Draper Giggs
11 de junio de 2025

Hikes, tertulias y migrañas

Se ha hecho EL HIKE. Cincuenta kilómetros, lloviendo intermitentemente, más de kilómetro y medio de desnivel (lo que equivalen a quince kilómetros extra) y en el que acabamos con dolores, cansancio y una sensación de plenitud espectacular. Valió la pena, pero a qué precio. Hoy he tenido que ir al fisio a que me diga si tengo desgarros musculares en ambos cuádriceps del dolor que tengo estando a miércoles. Pero parece que no.

El sabado se hizo el hike, del que he hablado en una entrada hoy mismo. El domingo, con las agujetas, la imposibilidad de andar mucho y la acumulación de eventos deportivos para españoles heteros decidí descansar mientras Liv se iba a luchar contra el patriarcado. Conseguí arreglar la cámara desmontándola y gracias a gente de Reddit, videos de YouTube y manuales de instrucciones antiguos escaneados. Dios bendiga internet.

Estaba viendo el partido de Alcaraz (pintaba fatal en el segundo set) cuando Liv me dijo de ir a una tertulia filosófica a la que vamos alguna vez que se organiza los domingos. Me animé porque, de verdad, pensaba que Alcaraz palmaría en cuatro sets. En fin.

La tertulia estuvo debuti. Debatimos sobre la pregunta que planteó Liv ("¿Cual es la diferencia entre humanos y animales?). Fue ordenada, interesante, muchos puntos de vista acertados, alguno que otro pasado de vueltas o muy estanco, pero en general una experiencia muy positiva. Volveremos.

Nos quedamos a las cervezas de después y conocimos a otro español turbo capitalista, una estudiante de Yale que vive en Malinas durante un mes y un chico indio que le daba recomendaciones a la estudiante de Yale. La tertulia post-tertulia fue muy interesante. Estuvimos hablando de muchas cosas (yo discutí con el español en español obviamente) pero luego nos juntamos para debatir sobre "¿Es toda acción política?". Mientras Alcaraz había remontado y España estaba empatando. Llegamos a casa para ver cómo Morata fallaba (y yo avisé a Liv para que vea que es tradición saber que Morata va a fallar un penalti).

Al día siguiente tuve la migraña de mi vida. Me desperté con dolor de cabeza y no podía ni moverme. Deambulando por la casa me asenté en el sofá a cuarentaycinco grados y me quedé durmiendo un rato. Al despertar me encontraba mejor y me fui con Liv y un amigo al cine a ver la última de Wes Anderson. Demasiado Wes Anderson, demasiado larga y aburrida a ratos. No me gustó. Una lástima. Terminamos el día en Saint Catherine tomando cerveza y hablando. Se acadó el fin de semana largo. Y al día siguiente tocaba trabajar. Puta mierda.

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