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Los treinta y la significancia
14 de mayo de 2023

Los treinta y la significancia

Cumplo treinta años. Supongo que nada cambiará y que todo seguirá igual en los 30 que en los 29, porque en nuestra insignificancia el universo y la naturaleza no tienen preparados un pastel o un festival para cada individuo. En cualquier caso, en lo local, en mi personal rincón del mundo, esto es bastante importante. Veía esta cifra como algo muy lejano, como una época a la que seguramente nunca llegaría o llegaría viejo y cansado. La realidad es que sigo activo, nada ha cambiado demasiado y no creo que físicamente haya estado mejor lo que hace que me de bastante miedo lo que viene a continuación.

¿El declive? ¿Empezar a morir? Cuando tenía 17 años empecé a tener los primeros tiernos signos de que algo me pasaba en la cabeza que me hacía mirar al vacío en la noche con un terror pavoroso a la muerte. Autoexploración, ansiedad, noches de insomnio... siempre he pensado que iba a morir muy pronto, cerca, ya, mañana... de una enfermedad, en un accidente, de una hernia aórtica no detectada... en fin, es algo con lo que he convivido estos años y que supongo me acompañará. Allá donde vaya estará a mi lado para recordarme que ya sean 30 o 40 la ansiedad va a ser algo de lo que no pueda escapar sino reconocer y controlar.

Entonces, ¿qué es lo que haga que la cifra de 30 sea importante? supongo que está muy atado a la cultura popular de autoexigencia y capitalismo interiorizado. Si a los 30 no tienes la vida más o menos planeada es que algo estás haciendo mal. "Has vivido lo mejor de la película, prepárate para la parte aburrida" Supongo que es como llevar más de 3 meses en un trabajo, que la excitación desaparece, sabes como funciona todo y donde se guardan los azucarillos y solo queda aburrirse hasta estar quemado y buscar otra cosa. ¿Empieza entonces la vida a hacerse aburrida? La verdad que siendo una persona con un más que probable déficit de atención o algo así no me preocupa aburrirme porque va a ser complicado pero si que me preocupa que pase muy rápido.

Cuando tenía 4 años, un carro de caballos pasó por encima mío seccionando el hígado, partiéndolo en 2 y provocando una hemorragia interna que me llevaba a la muerte de manera inevitable. Estábamos en el campo, era 22 de Julio y no teníamos coche porque estaba en el taller. En medio del campo, con unos vecinos ausentes, unos padres sollozando y una familia viendo el drama en directo y seguramente preguntándose "¿Qué demonios está ocurriendo?". Mi primo estaba cerca, tenía un golpe en la cabeza, mis padres nos cogieron y nos llevaron en brazos gritando y pidiendo ayuda por el camino de piedras que va hacia mi pueblo a unos 4km. Por suerte, unos vecinos de unas casas más allá oyeron los gritos y cogieron el coche para llevarnos al hospital. Estar gordo me salvó ya que pesando más de 25kg pudieron operarme en lugar de mandarme a Alicante (lo que me habría matado) y 5h después salí de quirófano portando una cicatriz de unos 25cm en dos secciones angulares que me ha acompañado hasta ahora.

A partir de ese momento empecé a obsesionarme con la idea de la muerte, el vacío, la nada, lo desconocido... empecé a tener insomnio y a decirle a mi madre que no quería dormirme por si no volvía a despertar. Esto lo conocí hace poco, no me acordaba de nada de esto, pero no me sorprende. En 2018 con los peores episodios de ansiedad que he tenido tuve el mismo comportamiento. Estoy acostumbrado a lidiar con el sentimiento de que la muerte es inminente, fría e implacable. Cumplir 30 es un recordatorio de que está ahí. Pero ¿tan malos van a ser los treinta? ¿es esto un simple miedo ante algo totalmente inevitable?

Me gustaría ahondar en porqué siento que es importante. Creo que los cumpleaños he empezado a echarlos de más en cierto sentido. Puede que sea miedo a la muerte o puede que sea una sensación de no haber conseguido nada en la vida. Un recordatorio más de que somos insignificantes. Tengo varias carencias de reconocimiento, no se de donde vienen aunque seguramente se remonten a la infancia y adolescencia, sobre las que he construido ilusiones de poder demostrar que soy bueno, que he conseguido algo importante de manera tan vaga y superficial que me da vergüenza admitirlo. Quiero utilizar éxitos superficiales como armas arrojadizas ante todos aquellos que un día de alguna manera dijeron "no es suficiente todo esto que estás haciendo". Reconocimiento puro y duro.

Creo que en los últimos 5 años han pasado tantas cosas que he vivido 3 vidas. Es imposible enumerar todo lo que he hecho, dicho, conseguido o vivido y creo que necesito tiempo para plantearme qué quiero hacer a partir de ahora. No quiero que mi meta sea una lista de deseos en IKEA, en Idealista o en Amazon. Quiero una meta vital personal. No es ser padre, no es viajar a todas las partes del mundo o trabajar en esta u otra empresa. Tiene que haber algo más. Quizá escriba una carta a mi yo de 35 años para ver como van las cosas (y ojalá recibirla).

Pero, ¿Y si no estoy contento? ¿Y si todo sirve para absolutamente nada? Quiero hacer muchas cosas pero también quiero tener un tiempo de meditación, reflejar todo lo que ha cambiado durante los últimos 10 años. Llegaba a la veintena como una especie de incel abocado a ser un eterno weirdo y sintiéndome incomprendido, solo e insatisfecho. Por suerte, por el camino he encontrado seguramente a algunas de las mejores personas que he podido pedir. Amigos, familia y una compañera de vida. Literalmente de las mejores cosas que me han pasado. Son todas esas personas las que enriquecieron la manera en la que entiendo, observo y respondo al día a día. Durante este tiempo comencé terapia, sufrí episodios de mierda, frustración, miedo, rabia y tristeza bastante hardcore.

Han sido años bastante completos. A pesar de la sensación de haber perdido preciados meses en la cuarentena, con decisiones no-muy-acertadas, hay que reflejar también las cosas buenas y hacer un llamamiento a las cosas que están por llegar, las buenas, digo.

Aún no se que meta o propósito o fin puede haber. De momento lo desconozco y no se si algún día encontraré realmente aquello que quite de un plumazo la sensación de no estar viviendo lo suficiente. Como decía más arriba, puede que nunca llegue, así que tengo que aprender a que eso sea también normal. Por el camino, puedo ir haciendo cosas que sí quiero hacer y que puede que me ayuden a encontrarlo.

Por eso quiero hacer una lista de cosas que quiero hacer en los próximos años. No quiero ser grandilocuente ni soñar superficial, simplemente es una serie de cosas sencillas y que sé que quiero hacer o llevo tiempo hacer. No son todas y seguramente me salte muchas pero es una lista. Cosas con las que he soñado, fantaseado o he pensado “esto podría conseguirlo con un vaciador de melones”. Bueno, ya me entendéis. Quizás pueda empezar por ello y luego… bueno, luego ya veremos. Lo importante es ir haciéndola, pensar que llegará la meta y descubriré que era tan importante que no pudiera esperar a cumplir 30 para empezar.

  • Aprender a montar en monopatin
  • Aprender a montar en patines en linea
  • Hacer proyectos DIY de carpintería
  • Volver a pintar / dibujar / hacer manualidades o cosas así
  • Aprender diseño gráfico y carteleria
  • Viajar, así en general, pero volver a las islas canarias y visitar Svalvard estaría bastante guapo además de ir de camping o pasar una temporada de digital nomad
  • Volver a ir de camping en algún momento
  • Respecto al tenis, quiero ir a ver algún Grand Slam y pasar una semana en la academia de Rafa Nadal
  • Hacer surf
  • Buceo
  • Un voluntariado (no sé ni cómo ni cuando ni donde la verdad)
  • En Crossfit me gustaría aprender a subir a la cuerda, conseguir hacer un muscle up y una dominada
  • Conseguir que Dunkelheit and Draper sea una agencia de verdad
  • Hacer un curso se standup comedy
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Visitas y rutinas
14 de marzo de 2023

Visitas y rutinas

Hemos tenido visita. Mi madre y mis tios. Ha sido todo muy rápido y no ha estado nada mal para ser la primera. Nos hemos encontrado con que la habitación de invitados no tiene tan buena climatización como el resto de la casa y que muchas de las cosas que compramos no han salido bien así que bueno, cosas que pasan. Dieron el OK a la casa y los días que durmió mi madre aquí se me han pasado volados. A cambio nos ha traído un cargamento de queso, jamón serrano y lomo.

Por si fuera poco, estoy con movidas del banco para abrir la cuenta para la empresa. He tenido que hacer mil trámites para conseguir una cita en la oficina y poder abrir la cuenta que me permita, por fin, abrir una cuenta y tener todo listo para darme de alta como empresa. Una movida, esperemos que valga la pena. El jueves tengo cita en el banco, ya veremos.

Ayer empecé clases de tenis en el club de tenis Bois de la Cambre. Como no hay casi espacio para clases de grupo he tenido que empezar con un profesor particular, y Kevin, mi profesor, es una puta máquina y controla bastante. Machacamos el revés y le dimos duro en la primera mañana que cogía la raqueta en casi 3 meses. Hoy tengo agujetas pero como estamos pagando el mes de Crossfit no podemos dejarlo de lado así que #prayForCarlos.

Esta semana continua con visitas de amigos y una excursión a Brujas, pero la semana pasada estuvimos viendo la posibilidad de irnos a Gante sábado o domingo. Es una excursión de un día y no está muy lejos en tren, sin embargo algo llamado cansancio acumulado y un juego Hogwarts Legacy impidió que nos moviéramos del sofá en todo el domingo por lo que acabamos tirados en el sofá prácticamente todo el día. No está tan mal, podría haber sido peor.

Dando vueltas me di cuenta de muchas cosas que quería hacer. Al final es bastante triste que estemos todos los días haciendo planes de futuro y listas de cosas por hacer y no acabemos haciendo nada. Entiendo que mi personalidad es bastante desastrosa cuando tiene que focalizarse en un objetivo porque tengo un trastorno de déficit de atención galopante, pero quiero tener la sensación de que cada semana que pasa es una semana vivida, no un difuso recuerdo del tiempo pasado sin hacer nada de sustancia vital. Lo de mezclar recuerdos de diferentes fines de semana ya me ha pasado y lo he hablado por aquí en alguna ocasión.

Lo hablaba de nuevo con un amigo el otro día. Que pasen los fines de semana y no haya pasado nada de sustancia que le de un significado vital me aterra y cabrea de manera terrible. Por eso necesito hacer cosas. Ni siquiera relativizarlas en formato de productividad, quiero vivir, no sacar provecho al tiempo libre. Tengo que seguir haciendo cosas y creando memorias. Voy a llevarme una cámara a todos sitios. Porque si, tengo más fotos por subir y por revelar. Prometido que las subiré y dejaré de dar la turra.

Recomendaciones en esta semana de visitas

La verdad que el tiempo de esta semana ha sido un poco mierda pero hemos podido ir a muchos sitios con mi madre y mis tíos. Visitamos el museo del cómic, que parece que están remodelando o algo porque no hay mucho que ver, comimos ramen calentito en Menma al lado de St Catherine que recomiendo mucho, descubrimos un libanés cerca de casa muy rico, Mount Lebanon, y por fin nos lanzamos a comer comida típica belga en In't Spinnekopke.

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Dilemas del primer mundo
1 de marzo de 2023

Dilemas del primer mundo

Tenemos un dilema: Wimbledon, BBK o escapada con colegas.

Hoy me ha llegado un mail con la noticia de que me dejan comprar entradas para Wimbledon, y tengo las entradas pre-asignadas y la compra esperando hasta el 12 de Marzo. Entradas para un Slam, EL Slam. Pero pensábamos escaparnos a Bilbao al BBK por segundo año consecutivo porque este año va literalmente todo el mundo y encima no para de confirmar a grupos que nos gustan. Por si fuera poco, estábamos pensando en irnos con unos amigos de escapada de fin de semana en esas fechas así que teníamos que cerrar todo un poco por esas fechas y tampoco tenemos días libres eternos o dinero infinito: hay lo que hay y hay que elegir. Y se me da muy mal elegir.

Quiero ir a Wimbledon muy fuerte, es un Slam, van los mejores, partidos de 5h, vestir de blanco, recibir un smash en la cara, comer fresas con nata... pero no quiero arrastrar a Kalte por segunda vez en menos de un año a un campeonato de tenis, más cuando en este caso son 3 partidos a 5 sets (o 2 sets o dobles, nunca se sabe). Pero es Wimbledon. Es muy jodido conseguir entradas, cada una para 1 día vale 80 libras y no sabes ni a quien vas a ver ni siquiera si vas a ver a alguien porque puede ponerse a llover y joderte todo. Risky business.

Por otro lado al BBK van Arctic Monkeys, Florence+The machine y Phoenix entre otros. El año pasado estuvo bien, el cartel no terminó acompañando todo lo que nos tenía que acompañar, Kalte estaba aun con la patachula que no podía estar muchas horas de pie y descubrimos que no estábamos tan jóvenes como creíamos pero vimos a The Killers, Phoebe Bridges o Placebo UGH.

Por otro lado, un colega está preparando un más que posible viaje para esas fechas y nos dijo que si íbamos movía las fechas para cuadrarlas con el finde en el que estuviéramos en España, pero que iba a ser por fechas parecidas.

Pongamos que el dinero no es problema: iríamos a Wimbledon o el BBK y luego acudiríamos al viaje con los colegas. Pero no vivimos en la realidad en la que somos ricos y tenemos infinitas vacaciones. Vivimos en la realidad en la que Elon Musk ha comprado Twitter y yo sigo siendo autónomo.

Dilemas del primer mundo.

Quejarse por quejarse.

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Cuando Twitter olía a coche nuevo
17 de febrero de 2023

Cuando Twitter olía a coche nuevo

Una de las cosas que echo de menos del viejo Twitter (el de verdad, el de 2008-2010) es que cada día o cada semana había un Trending Topic en el que se hacían chistes sobre algo super idiota y tonto, como #pelisConOjete en el que se cambiaban títulos para poner ojete. Es una gilipollez, una tontería de niños de 8 años, pero ahí nos tenías a todos haciendo decenas, cientos, miles de tweets con chorradas que te arreglaban una tarde. Luego a lo mejor aparecías en un podcast que escuchaban 10 personas pero no pasaba nada más, no había medios escuchando, no había muchos personajes públicos y la mayoría de gente no sabía para qué servía Twitter.

Otro día alguien se inventaba que Aznar había muerto y, aunque todos sabíamos que no era así, nos lanzábamos a inventar necrológicas y a vilipendiar a esa persona. Sinceramente, hasta 2012 no pasó nada exageradamente grave porque Twitter era un compendio de gilipolleces sin sentido. Nadie se tomaba en serio a nadie, no era (tan) mainstream y no había una policía llamando a tu puerta porque le habías dicho a alguien famoso algo. Tampoco había recopilaciones de Tweets o nos flipaba cuando alguien salía en algún periódico de tirada nacional porque literalmente nadie sabía de la existencia de nadie en Twitter.

No digo que vilipendiar a ese personaje estuviese bien porque la verdad que mejor que se controlen los discursos de odio. En general, el clima era de total indiferencia y estupidez, lo más parecido a hablar en un bar con amigos que existía y en parte eso se perdió rápidamente con el tiempo.

Personalmente, hay tres acontecimientos que para mi fueron la antesala del fin de Twitter. El primero fue el anuncio que Nestea hizo con ElBicharraco. Por entonces tuitstar (ojalá tener Favstar ahora) y al que cogieron para hacer una campaña de publicidad en la que en cierto modo se demostraba que la adicción a Twitter (???) era algo así como una enfermedad que te alejaría de tus amigos.

Otro acontecimiento que creo que me llevó a pensar en todo esto fue una entrada en la que Kurioso hablaba de lo importante que había sido 2011 para Twitter. No es que el artículo apareciese en todas las noticias, sino que considero que en él se resumen todo lo bueno que puede hacer Twitter. Desde conectarte con amigos hasta tumbar dictaduras.

El terce momento, y viene a colación de todo lo que hablaba al principio, fue cuando un montón de putos locos (incluidos yo) nos organizamos para insultar a Cifuentes y llamarla indigna cuando era delegada del gobierno de la comunidad de Madrid. Fue en la primera época de la ley mordaza, cuando se realizaban las operaciones araña y un twit te podía llevar a la cárcel. ¿Un chiste de Carrero Blanco? cuéntaselo a la audiencia nacional chato. Más tarde a Cifuentes le llegó el éxito de la presidencia de la CAM y luego lo de las cremas.

Estos tres acontecimiento (sumados a un montón de pequeños acontecimientos que estaban ahí pero nadie parecía darse cuenta) me hicieron Twittear en una cuenta que ya no quiero recordar, y en numerosas ocasiones, "El final se acerca, las señales están ahí, solo hay que saber interpretarlas". Y es que a partir de ahí la gente empezó a tomarse Twitter como tu propia voz, identificada en una plaza del pueblo enorme, un bar repleto, en el que todos llevamos esas pegatinas con borde rojo que ponen "Hola, me llamo...".

Algo que decías y ya no estaba sujeto al clima de chorradas y estupideces que había rodeado a Twitter desde entonces. Estaba sujeto a tu firma y su interpretación por el resto de la Twitesfera era responsabilidad tuya. Con este nuevo clima de responsabilidad sobre lo que uno escribe y dice (crecer y ser responsable para los mayores) todos los poetuiteros, los saraos, los TT chorras y las competiciones de chistes fueron muriendo. Estabas expuesto con tu nombre y apellidos (a pesar de tener un pseudónimo que te alejase en cierto modo del resto de tuiteros) y eso está bien para parar discursos de odio aunque al final da la sensación de que acabamos perdiendo los mismos.

Estoy siempre en contra de "I'm joking, It's a joke..." así que no voy a defender eso. Creo que el humor tiene que entenderse como humor y que lo principal para que un chiste funcione es el contexto. Darío Adanti (que la verdad que ni es un referente ni nada) dijo un día algo así como "Un chiste es un chiste por el contexto. Follar está muy bien, pero follar encima del ataúd de tu tía está mal. No está mal el acto en si, sino el contexto en el que se realiza. Un chiste necesita ese contexto" y ahí está lo que echo de menos de Twitter.

Precisamente el discurso de odio, los insultos y la creencia en vano de que todo "It's a joke" se han remezclado y han dado lugar a un clima que para muchos es irrespirable donde el proteccionismo solo se da en casos aislados y donde todo el mundo puede insultar y vilipendiar sin un atisbo de clemencia y que no pase absolutamente nada. Son buenos tiempos para los bullies.

Así que "¿de aquellos barros estos lodos?". Es posible que el clima que vivimos en aquel momento fuera algo irrepetible y efímero que tenía que morir. Es posible que entonemos el mea culpa y nosotros solo fuésemos parte de un movimiento reaccionario bastante turbio y sin saberlo creásemos monstruos del ataque sistemático a nuevas realidades. Puede que fuese una herramienta que solo la utilizasen bien la generación X y millennials con menos de 25 años. Yo que se.

El contexto no es el mismo. Y esto no es ningún juicio de valor. Solo quería mostrar que el tiempo pasa y que Twitter llevaba muerto mucho tiempo. El Twitter de ahora no era mejor ni peor, era diferente. Pero lo que perdimos en el camino, de forma tácita, a cambio de un proteccionismo de la plataforma sobre colectivos vulnerables, de una mayor responsabilidad sobre lo que escribíamos y de un control del discurso de odio no se ha dado. Simplemente se ha acabado con el contexto de humor. Evolución, supongo.

Estoy divagando, esto no era un juicio de valor, solo pura nostalgia.

Joder, echo de menos Favstar.

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La Oreja de Van Gogh como refugio
3 de marzo de 2022

La Oreja de Van Gogh como refugio

Hablo de caballos y cuadra y se esperan un club de campo no un secarral

La verdad que llevo varias semanas escuchando mucho La Oreja de Van Gogh. Creo que el 20 de Enero vi un par de memes en Twitter y me lancé a escuchar una lista que tengo para estos momentos. Aunque no lo hago por el meme. Soy muy fan de LODVG, de la vieja, la de Amaia, la que acabó con Guapa (y Más Guapa, que siempre cae en el olvido) y tiene seguramente dos de los mejores discos del pop que han salido de Españita siempre.

Mis razones para escuchar La Oreja son simples. Me recuerda a los veranos que pasé en mi campo antes de que la vida se pusiera en modo adulto, me fuese a Valencia y mi padre muriese. Los veranos eran larguísimos, los pasábamos en el campo y durante esos 3 meses mi hermana y yo estábamos solos muchos días. Mientras mis padres trabajaban, nosotros arreglábamos la casa, hacíamos la comida y cuidábamos a los animales. Era en esos días de hacer recados que nos poníamos, en un viejo walkman conectado a un aun más viejo equipo de música, CDs sin parar. Desde Mecano - Ana Jose Nacho a Carácter Latino 2001. También Joaquín Sabina, Ella Baila Sola, Estopa o, por supuesto, La Oreja de Van Gogh.

Creo que en un momento en el que los picos de ansiedad están alcanzando tremendas cotas, es importante tener un refugio mental en el que meterse, encerrarse y descansar de todo. Supongo que habrá gente que se ponga sonidos de lluvia(a ratos a mi me funciona también) o una serie en bucle (culpable también). A mi me funciona ponerme esta música. Me ayuda a recordar que la vida no tiene que ser estresante, complicada, llena de obligaciones y muchas veces viviendo en tercera persona.

Puede que sea un medidor de ansiedad, estrés e incertidumbre, en cualquier caso, estas últimas semanas me encierro en mi refugio mucho y no es que esté la vida para no hacerlo. Guerras, crisis económica, cambio climático, el fascismo ascendente... y nosotros seguimos trabajando de 9 a 5, arreglando bugs y desarrollando features. Mientras el mundo se tambalea yo actualizo un ticket en Jira y le pido a mi PM donde pongo la prioridad. Luego juego a tenis, vamos al cine y cenamos con los amigos.

La vida fuera del refugio no tiene sentido. Aquí dentro tampoco, pero se está más a gusto.

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