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Fiesta latina y tormenta tropical
8 de septiembre de 2024

Fiesta latina y tormenta tropical

Fuimos a Fiesta Latina. Bebimos mojitos, piña coladas y bailamos. No conseguimos una de esas piñas coladas servidas en una piña entera porque se agotaron las probablemente miles que compraron. El mojito que probamos estaba bien bueno y la piña colada servida en vaso normal también. Varias carpas, baños escasos y mucha gente hablando español de fondo. Cuando escuchas hispanos por un momento te sientes como en casa y es difícil cambiar a hablar francés o inglés de nuevo.

Estuvimos un rato buscando a nuestros amigos, la cobertura era nula y difícil ubicarse entre tanta gente. Decidimos bailar y dejar que el tiempo pasara. Nos reencontramos con amigos, casi como si el baile nos hubiera puesto en el sitio correcto en el momento correcto, y nos fuimos a un concierto de salsa. El grupo comenzó a tocar y la gente, hechizada por el ritmo de la salsa cubana, comenzó a bailar. Al poco tiempo, empezó a llover, tímidamente al principio, de manera descarada cuando llevábamos unas 10 canciones. Pero todo daba igual: la música era tan buena que los músicos no podían parar, la gente no dejaba de bailar y un espíritu de "Que le jodan a todo, esta salsa me la bailo yo" se apoderó de todos.

Como una especie de locura transitoria, hasta que los músicos no dijeron basta definitivamente y pararon de tocar, la gente no se dispersó. Por un momento, parecía que todos querían estar ahí pasara lo que pasara. Eran ya cerca de las 22 o 23 así que ya no quedaba mucha fiesta latina más que disfrutar. Nosotros, bajo un paraguas, conseguimos refugiarnos de la lluvia como buenamente pudimos y aun así acabamos completamente empapados.

A lo lejos, en la carpa de reggaeton y hiphop, la gente intentaba resguardarse de los litros y litros de agua que estaban cayendo. Nosotros, en la distancia y con el concierto de salsa ya terminado, emprendimos camino a casa mientras las piñas, ahora ya inertes y sin dueño, eran arrastradas por un río de agua y lodo por todo el festival.

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Descubrimientos en forma de CD
6 de septiembre de 2024

Descubrimientos en forma de CD

Continúo con mi viaje hasta el moderneo en 2008 del que nunca debí salir. El otro día fui a una tienda y me dejé el dinero en discos. Muchos no los conocía pero me sonaban. Aquí traigo descubrimientos para nadie.

  • Air - Moon Safari
    • Lo conocía de la BSO de Lost in Translation (en mi wishlist de Discogs) y ahora por fin pude hacerme con un CD suyo. Es impresionante, más un viaje que una lista de temas, muy del rollo de escuchar todo de una tirada, un CD muy CD.
  • Nightclubbing - Grace Jones
    • Buen rollo. No sé qué más decir. Es música que puedes ponerte para pasear, para trabajar o para follar, vale para todo, pero está bien guapo.
  • Death in Vegas - Dead Elvis
    • Otro que conocía de la BSO de Lost in Translation (de nuevo, en mi wishlist por si alguien quiere regalármelo) y es un viaje a los 90, cuando lo escucho creo que estoy en Fight Club pero al mirar alrededor me doy cuenta de que no soy un americano amargado que cree en el fascismo misógino como respuesta al capitalismo.
  • Wolfmother - Cosmic Egg
    • No todo es The Joker and the Thief. Sé que el tipo es problemático, pero este disco es light metal bastante majo. Se deja escuchar. Hay canciones que parecen copias de otros grupos de manera descarada.
  • Django Django - Born Under Saturn
    • Los vi en directo en un Lollapalooza Berlin. Este disco tiene First Light, una de mis canciones favoritas del grupo, pero el resto son igual de buenas. Gran descubrimiento.
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Olor a CD nuevo
4 de septiembre de 2024

Olor a CD nuevo

Hace un par de meses, en pleno mes de Julio, decidí desempolvar mi iPod Nano y traérmelo a Bruselas. Durante los primeros días estuve usándolo y llenándolo de algo de música y ahora ya no uso otra cosa. Así es como volví a probar la experiencia iPod que me había acompañado desde instituto hasta casi terminar la carrera.

Entonces, contaba con un iPod classic de 80GB que dejó de funcionar y sustituí por un iPod nano de 4a generación comprado de segunda mano. En aquella época, descubrir música era mucho más rudimentario, debías buscar por amigos, revistas de música, blogs, listas de lo mejor del año o festivales… era otra cosa. Desde que tuve un móvil y Spotify Premium no había vuelto a descargar música o Rippear cds para llevar en un reproductor mp3, hasta hace unas semanas.

La experiencia del iPod nano me gustó, pero su batería me complicó mucho la existencia cuando no estaba en casa. Por ello decidí que había llegado el momento de comprar un iPod classic de nuevo. Estoy harto de los servicios de suscripción, estar en el Fediverso me ha hecho replantearme como consumo cultura pero quiero seguir haciéndolo legal. Así que tras varias semanas oteando eBay encontré un buen precio por un buen iPod classic 5.5 y lo compré. También, para hacerme la vida más fácil, me envíe todos mis antiguos CDs desde España (y compré alguno más por eBay) y una unidad óptica externa para mi Mac para rippearlos. Así, he dejado a un lado mi iPhone y mi suscripción de Spotify y he vuelto a 2008.

No me arrepiento. He descubierto que los álbumes están para escucharlos y que llevaba mucho tiempo encerrado en las típicas playlists que usaba casi cada día. He redescubierto lo divertido que es ir a comprar cds de segunda mano y con ello la ilusión de traerlos a casa y querer escucharlos cuanto antes. De momento también me sirve de excusa para rippear la inventa cantidad de vinilos que tengo sin tocar desde hace casi dos años y cuya colección no ha dejado de crecer (esperando estoy un envío de vinilos de TheXX y Jamie XX).

En general, estaba harto de Spotify, por sus políticas de precios, su pago a artistas o su uso de IA para generar podcasts. Y lo que he ganado es independencia cultural (pase lo que pase los CDs son míos) y además satisfacción por estar consumiendo cultura de manera legal. Además de lo satisfactorio que es escuchar un CD que acabas de comprar.

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Vuelta al cole
3 de septiembre de 2024

Vuelta al cole

Ayer comenzamos de nuevo el curso de neerlandés y, junto con Crossfit la semana pasada y tenis mañana, podemos dar por iniciado el curso escolar. Cuando te haces mayor el cole son los hobbies y el trabajo. La rutina la estableces con lo que haces con tus horas libres.

Después de un verano cargado de movidas varias incluyendo 3 mudanzas en 1 mes, dos viajes a España en tres semanas, un hike de 50km y muchas noches con poco sueño, los hobbies vuelven con fuerza.

La semana pasada CrossFit fue durísimo. Después de varios meses sin hacer absolutamente nada, volvimos a entrenar en un box nuevo con gente nueva y el mismo buen ambiente cede cualquier box. Aún adaptándome a los horarios así que iré variando mucho los horarios.

Ayer neerlandés fue aún más duro. Sitio nuevo, profesor nuevo y mucho shock. No se como pero parezco imbécil y creo que no tengo el nivel el 80% del tiempo. Aparentemente buscar una palabra en el diccionario no está bien y es una muestra de no tener el nivel. Pues nada.

Mañana empiezo tenis recuperando las clases que no pudimos dar en Abril y Mayo. Llovió mucho y nos las movieron a septiembre. El 16 empiezo en un club y a final de mes en el otro. Lo gracioso: los dos cursos son el mismo día: jueves de 18 a 19 y de 20 a 21. Dos horas de tenis con una hora de descanso en medio.

Por si no fuera poco: aún tengo un viaje previsto a final de septiembre a la isla de creta en la que jugaré a tenis y comeré queso feta. También espero hacer fotos y visitar muchas cosas. Aunque aún tengo la guía de lonely planet por leer.

Y esta web estrena look. Por si acaso no había suficientes movidas.

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La ruta de los cambios de planes
27 de agosto de 2023

La ruta de los cambios de planes

Hace tres meses escribía una entrada hablando de mi teoría sobre votantes de derecha que no llegan a final de mes y me callaba la boca para hacer lo que había que hacer: convertir mis redes sociales en un campo de batalla contra la extrema derecha y su auge en Españita. Vivir unas elecciones en la distancia no ha sido muy diferente de vivirlas en la madre patria pero ha tenido un extra de suspense que no se ha disipado hasta volver a terreno patrio.

Los siguientes dos meses, desde que el perro convocó elecciones generales hasta que pisamos de nuevo la capital europea los vivimos inmersos en un verano atípico por eso de vivir fuera de España y también por lo de cancelar nuestros planes y realizar cambios de última hora todo el rato sin saber muy bien qué iba a ser de nosotros. Puede parece que fue simplemente cambiar el viaje para coincidir con las elecciones en España, pero hay un árbol de decisión bastante grande detrás de eso.

Cuando se convocan elecciones, a mi me pillan con la identificación belga recién conseguida. No hacía ni una semana que había conseguido la residencia para poder quedarme en el país (el plazo terminaba a principios de Junio) y justo el día después de asistir a un festival en Oseghem parc, el CORE Festival. Estuvimos en shock viendo como Valencia caía en manos de los fascistas mientras de fondo sonaban los pertinentes melancólicos acordes de Alt-J.

Al día siguiente dispusimos todo para darnos de alta en el CERA y poder votar, sin embargo, el plazo para darnos de alta puede demorarse y haber problemas con el censo electoral. Es por ello que decidimos cambiar de estrategia, mover el viaje a España, coger unos días y presentarnos en Valencia para votar. Así, compramos billetes, avisamos a la familia y empezamos a planear el primer viaje a la madre patria.

Pedro nos debe dejar un clima en el que no se superan los 25 grados de máxima en verano más de 10 días al año para irnos a uno en el que la mínima durante el mes de Julio es esa misma temperatura. Así es. Íbamos a vivir en una ola de calor belga perpetua. En cualquier caso, estábamos dispuestos.

Por el camino, planeamos nuestros días allí o qué vamos a hacer mientras estamos en España: trabajar. No había mucho hueco para vacaciones, sin embargo, me hacen llegar una oferta para una empresa belga a finales de junio para la que necesitan incorporación inmediata. Muchas mejores condiciones, mejor sueldo, manteniendo el status de autónomo y con buena perspectiva de futuro. Hago la prueba técnica la semana antes de irnos a España, de hecho, la hago el día del cara a cara y el día después (con toda la bajona del esperpento del debate) me dicen que me han cogido.

Así, toca replanificar. Me incorporo entre el 27 y el 31 (al final sería 31 de Julio) y hablo con mi manager (ahora ex-manager) para ver cuando dejo de trabajar. De haber sido un poco listo, habría dicho de terminar el 14 de Julio, pero soy una persona decente y les digo de terminar el 21, 10 días de preaviso. Así, me queda una semana de vacaciones entre un trabajo y otro, que pasaré entre mi pueblo, valencia y las elecciones.

Viajamos a España y las siguientes dos semanas las pasamos entre visitar amigos, trabajar, ver a la familia, pasar calor, discutir de política, sudar, ver debates, compartir impresiones, jugar a tenis, sudar, ver como Alcaraz gana Wimbledon, que nos entre morriña, quedarnos con mucha gente por ver o saludar, sudar, comprar jamón serrano, ver el recuento de las elecciones mordiéndonos las uñas, comer en sitios conocidos, hacer compras en ZARA y volvernos a Bruselas.

Este ha sido el primer viaje que hemos hecho a la madre patria desde que estamos aquí (llevamos solo 6 meses así que tampoco nos ha dado tiempo a tener mucha morriña). Cosas que he aprendido de este primer viaje:

Vale más hacer pocos viajes largos que muchos cortos

Cuando vas de visita, quieres ver a mucha gente y hacer muchas cosas. Quiero ver a la familia, ver a amigos y también jugar una partida de tenis con mis ex-compañeros de clase. De ir fines de semana o puentes, sería imposible. Por eso, creo que es mucho mejor hacer viajes de 2 semanas o 1 mes que hacer viajes de un fin de semana, 4 o 5 días. Creo que lo voy a intentar planificar para que así sea.

Las maletas: facturadas y cuanto menos mejor

Ya sea yendo a casa de mi madre o a casa de amigos, la ropa que tengo que llevar es la justa. Realmente, cuando voy quiero llevar cerveza, chocolate, gofres y galletas, por lo que casi es mejor llevar una maleta grande con poca ropa y espacio para regalos que llevar mucha ropa para un clima mucho más suave. Es mejor llevar un jersey menos y una botella de cerveza más.

Aprovechar para ver amigos de Crossfit o tenis y hacer deporte con ellos

Este viaje quería volver a Crossfit y tenis. Iba a estar dos semanas sin hacer nada por lo que quería al menos hacer algo de deporte. Tampoco era plan de ponerme a hacer todos los días algo, pero quedar dos veces a jugar a tenis me ha permitido ver a amigos de tenis y además hacer deporte con ellos. Hasta he conseguido que un viejo y gran amigo se apunte de nuevo a clases de tenis. La próxima vez me llevaré mis raquetas facturadas.

Utilizar el calendario y planificar bien el tiempo

Una cosa que hice bien y que creo que debería haber usado más es planificar con antelación. Avisar a mucha gente por redes sociales e intentar planificar bien con quien quedar y eso es importante para ajustar tiempos y poder ver a mucha más gente. Esta vez lo hice solo unos días que tenía varias quedadas pero la próxima vez lo haré mejor. Mis días en Valencia estuvieron llenos de visitas de gente maravillosa así que espero poder hacer lo mismo en mi pueblo para poder ver a toda esa gente a la que me quedé sin ver.

Intentar quedar con mucha gente a la vez

Esto es importante, es como los cumpleaños.

Facturar la maleta más grande posible

Ya que vas a facturar una maleta para llevarte de vuelta 10kg de jamón y 5 kg de queso, lo mejor que puedes hacer es hacerlo en una maleta enorme. No la de cabina, ni la siguiente, sino la más grande posible que permiten la mayoría de aerolíneas. De esa manera te aseguras poder mover cerveza y cosas de un país a otro sin tener que preocuparte del espacio. Ya te digo yo que 25Kg no se llenan tan fácilmente hasta que compras jamón.

Este último mes me lo he pasado comenzando un nuevo trabajo, adaptándome a la vida laboral belga y saboreando lo que es terminar de trabajar a las cinco de la tarde. Las condiciones de trabajo son importantes. Ahora mismo estoy en Barcelona, a donde me he desplazado para asistir a un concierto y dar vueltas sudoroso con Javi, da real MVP. Vimos a KGLW en Poble Espanyol y esta tarde vuelvo a la capital. De nuevo viajes y de nuevo cambio de planes. Esta es la vida, supongo.

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El caso del votante de derechas
30 de mayo de 2023

El caso del votante de derechas

No hay votante de derechas convencido. Hay votante derechas ignorante o mala persona. No existe explicación posible para que alguien vote a la derecha por otras razones y de este burro no me bajará nadie.

Acérquese querido lector. Para el siguiente truco necesito que piense en alguien cercano que vote a la derecha. En pocos minutos sabrá qué tipo de votante de derechas es: mala persona o tan solo un ignorante.

Alguien que vea los avances progresistas y los viva en su piel como el aumento del salario mínimo, las ventajas fiscales a las clases medias, el intento de control a empresas y grandes patrimonios y al acudir a las urnas vote a la derecha porque todo eso no le gusta, puede que sea porque no sabe que esas políticas le benefician o puede ser que simplemente piense que la derecha le mantendrá esos beneficios y no los tiene en buena estima. Puede que desconozca todas estas medidas, puede que no haya escuchado nada o le hayan engañado en la radio y la televisión. No saber qué defiende cada voto o en qué clase te encuentras aspirando a poder beneficiarte de las políticas de los partidos que te van a joder seguramente hasta que te mueras. Ignorancia de clase. En cualquier caso: es ignorancia. No saber lo que votas o porqué lo votas es ignorancia. Primer tipo.

En el otro caso está lo peor: ricos, privilegiados y convencidos anti humanistas. Casi salidos de la trilogía de los tres cuerpos, personas que no creen en los derechos de personas LGTBI, en los derechos de la mujer o en la propia clase media en su conjunto: racistas, machistas o xenófobos, nazis y personas contrarios a una sociedad diversa, multicultural, avanzada y progresista. Si son ricos tienen un interés oculto en su voto, ya sea económico o puramente conciencia de clase pero si no lo son es porque no son personas en las que confiar. Tienen prejuicios, sienten odio y desprecio hacia otras personas, pensamientos, sexos, razas, etnias o religiones. ¿Quién apoyaría de manera consciente que niños refugiados sean hacinados en centros de detención y llamados delincuentes y vagos mientras les culpas de quedarte sin trabajo? ¿Acaso se puede confiar en alguien tan falto de entendimiento? Es odio personificado. Segundo tipo.

Ahora analiza fríamente a cualquier votante de derechas que conozcas. Dime si no caben en alguna de estas dos descripciones. Lo más probable es que lo haga porque simplemente es alguien ignorante: no sabe lo que vota, no entiende lo que vota, está mal informado o desinformado, le han comido la cabeza o tiene preocupaciones más importantes. De este primer tipo se puede salvar a mucha gente. Nadie en su sano juicio votaría conscientemente a la derecha, siempre que no sea mala persona. La culpa de que esté ahí es compleja, pero es de todos, en conjunto. Mía, tuya, suya, de este artículo, de los medios de comunicación, de los partidos: de todos. Si es ignorante, se le puede informar y que elija su voto de manera informada. En el peor de los casos es una persona terrible y no hay nada que hacer.

Descubrámoslo. Informemos a nuestros votante de derechas favoritos. Expliquemos qué significa cada voto y dejemos que elija. Puede que haya mucha más ignorancia de la que pensamos.

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